
Artwork by Arabella Luna Friedland
Poetry by Trudi Lee Richards
Translation by Fernando Aranguiz
Reprinted with permission from Global Poemic
It struck one day
out of the blue,
cropping up all at once
in random spots
all across the planet
The first known cases
were a small boy
in Lincoln, Nebraska,
whom his mother found
one morning
reciting strange
and beautiful words
a small smile
on his small face
and
a grandmother
in Melbourne, Australia,
who was caught
that very same day
wandering the aisles
of a department store
reciting verses
from the Tang Dynasty
After that
the Poemic spread
lickety split
leaping like lightning
across whole continents
and oceans
In London
a mother of six woke up
spouting Tennyson
and in no time
her entire family was babbling
in iambic pentameter
In Buenos Aires a family
was stricken
with the odes of Pindar
in the original
ancient Greek
In Beijing
a whole neighborhood
was infested
with Billy Collins
And so it went.
How the Poemic was able
to spread itself
so far and wide
so fast
no one knew
At first
it was thought to be passed
simply through the spoken word
but soon
infectious particles
were discovered
hitching rides on sound waves,
in rays of sunlight
and even nestled
in random thoughts
Scientists also knew
that however it flew
it was always spewing out
more and more spores
that would land
take hold
and grow
anywhere
It was only
a matter of time
before the entire economy
of the world
had settled
into a deathly peaceful lull.
In the factories
no one stood on the assembly lines
In the banks
no one begged for loans
and no one doled them out
In the schools
no one taught the state curriculum
and no one was bored
Day after day
everyone
everywhere
simply dreamt the time away
to the murmured
declamation
of immortal poetry
both ancient
and new
Everyone assumed
that soon
the infection
would burn itself out
and things would go back
to normal
But instead
the Poemic only settled in
with a happy gurgle
sinking its teeth
deep into the tender underbelly
of the human genome
And so it went
for days
and weeks
and months
and years…
Suffice it to say
that to this day
no known victim
has ever recovered
This is perhaps
a loss for History
but all things considered
no one
seems to be
complaining
Because
after the first onslaught
things began to change
in quite unobjectionable ways
People began to go about their days
speaking in poetry
and fixing things
and before long
no one was going hungry
no one was left out in the cold
no one sick was left uncared for
no one old was forgotten
no one sad was ignored
and no one anywhere
was afraid
of dying lonely
and alone
Instead
people sang
while they made soup
and someone
was always baking cookies
Farmers smiled
at their cows
and hummed
while they fertilized their fields
Scientists
stopped scorning testimonies
of life after death
Physicians healed
by laying on of hands
Chemists formulated
harmless potions
that dissolved pain
Teachers
led children into the fields
to study bugs and flowers
and wade in streams
and catch pollywogs
Young people studied
what they loved
and got paid
in poems
That was how it happened
that people stopped hurting each other
and simply did
what needed to be done,
and when the time came for rest
they sat together on porches
and admired the way
the dust motes danced
in the rays of the sun
And little by little
in every place
every last member
of the human race
began to wake up each day
with a smile on their face
happy and peaceful
in every way
for no rational reason at all.
La gran poémica del siglo XXI
Apareció un día
inesperadamente,
surgiendo como un todo
en distintos lugares
por todo el planeta
Los primeros casos conocidos
fueron un niño pequeño
en Lincoln, Nebraska,
a quien su madre encontró
una mañana
recitando extrañas
y hermosas palabras
con una pequeña sonrisa
en su carita
y una abuela
en Melbourne, Australia,
quien fue atrapada
ese mismo dia
vagando por los pasillos
de una tienda departamental
recitando versos
de la dinastía Tang
Después
la propagación poémica
seguramente se expandió
saltando como un rayo
en continentes enteros
y océanos
En Londres
una madre de seis se despertó
escupiendo Tennyson
y en muy poco tiempo
toda su familia estaba balbuceando
en pentámetro yámbico
En Buenos Aires una familia
fue golpeada
con las odas de Píndaro
en el original
de la Grecia antigua
En Beijing
todo un barrio
estaba infestado
con Billy Collins
Y así sucedió.
Cómo pudo la poémica
extenderse
tan lejos, tan ancho
y tan rápido
nadie supo
Al principio
se pensaba
que era transmitido simplemente
a través de la palabra
pero pronto
partículas infecciosas
fueron descubiertas
montandose en ondas sonoras,
en rayos de sol
e incluso acurrucados
en pensamientos dispares
Los científicos también sabían
que a pesar de volar
siempre estaba produciendo
más y más esporas
que aterrizaban
se expandian
y crecian
en cualquier lugar
Era sólo
cuestión de tiempo
antes que toda la economía
del mundo
se había instalado
en una tregua mortalmente pacífica.
En las fábricas
nadie se detuvo en las líneas de montaje
en los bancos
nadie pidió préstamos
y nadie los repartió
En las escuelas
nadie enseñó el plan de estudios estatal
y nadie estaba aburrido
Día tras día
todo el mundo
en todas partes
simplemente soñaba el tiempo
a la murmurada
declamación
de poesía inmortal
antigua
y nueva
Todos asumieron
que la infección
pronto
desaparecería
y las cosas volverían
a la normalidad
Pero en vez
la poémica se instaló
con un feliz gorjeo
hundiendo sus dientes
profundamente en el tierno vientre
del genoma humano
y asi sucedió
por dias
y semanas
y meses
y años …
Basta decir
que hasta el día de hoy
ninguna víctima conocida
se ha recuperado
Esto es quizás
una pérdida histórica
pero considerando todas las cosas
nadie
parece estar
quejandose
Porque
después del primer ataque
las cosas empezaron a cambiar
de manera bastante inobjetable
La gente empezó a su rutina diaria
hablando en poesía
y arreglando cosas
y en poco tiempo
nadie pasaba hambre
nadie se quedó afuera en el frío
nadie se enfermó y se quedó sin cuidado
nadie de edad fue olvidado
nadie triste fue ignorado
y nadie en ningún lugar
tenía miedo
de morir solo
y solitario
En cambio
la gente cantaba
mientras cocinaban
y alguien
siempre estaba horneando galletas
Los agricultores sonrieron
a sus vacas
y tarareaban canciones
mientras fertilizaban sus campos
Científicos
dejaron de despreciar los testimonios
de la vida después de la muerte
Los médicos sanaron
por la imposición de manos
Los químicos formularon
pociones inofensivas
que disuelven el dolor
Profesores
llevaron los niños a los campos
a estudiar insectos y flores
y a vadear arroyos
y capturar sapos
Los jóvenes estudiaron
lo que más deseaban
y fueron remunerados
con poemas
Así fue como sucedió
que la gente dejó de hacerse daño
y simplemente hizo
lo que se necesitaba hacer,
y cuando llegó el momento del descanso
se sentaron juntos en los porches
a admirar la forma que
las partículas de polvo bailaban
en los rayos del sol
Y poco a poco
en cada lugar
hasta el último miembro
de la raza humana
comenzó a despertar cada día
con una sonrisa en su rostro
feliz y pacífico
en todos los sentidos
sin ninguna razón especial.